En enero de 1983 en la Isla Contadora, ubicada en el Golfo de Panamá, los países de México, Panamá, Colombia y Venezuela formaron lo que se conoció como el “Grupo Contadora”, cuyo propósito era mediar en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto armado en Centroamérica.
Con la promesa de paz para Centroamérica el nombre del Dr. Oscar Arias Sánchez surge como una alternativa electoral de cambio y renovación dentro de su partido y en el ámbito político de su país. Don Oscar propuso a los costarricenses conseguir la paz en Centroamérica para acabar con el derramamiento de sangre en los países hermanos. En febrero de 1986 Costa Rica lo elige Presidente de la República y a partir de ese momento nunca más descansaría en su lucha por la paz de la región centroamericana y del mundo.
Luego del fracaso diplomático del Grupo de Contadora en junio de 1986, el presidente Oscar Arias Sánchez lidera un nuevo esfuerzo en busca de la pacificación del conflicto centroamericano. En enero de 1987 el presidente Oscar Arias introduce el denominado “Plan Arias para la Paz” o “Arias Peace Plan” a sus colegas de la región. En febrero de ese año convoca a los presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras a una reunión en la ciudad de San José, Costa Rica, para analizar dicho plan. Posteriormente visita al presidente de Nicaragua para discutir su iniciativa de paz. El Plan Arias exigía el establecimiento de la democracia en cada país de la región como una condición indispensable para alcanzar una paz duradera.
Durante los meses que siguieron a la presentación del Plan de Paz el presidente Oscar Arias realizó una intensa campaña para obtener el apoyo de la comunidad internacional a sus esfuerzos por la pacificación de Centroamérica. Ninguna de las dos superpotencias lo apoyaron. Después de superar muchos obstáculos y posposiciones para una reunión de los presidentes centroamericanos, finalmente éstos se reúnen en Ciudad de Guatemala el 6 de agosto de 1987.
En la madrugada del 7 de agosto, contra todos los pronósticos, los cinco presidentes logran un acuerdo y firman el Plan Arias para la Paz, también conocido como Esquipulas II, abriendo, a partir de entonces, una ventana de esperanza para la paz y la democracia en Centroamérica.