1985-1986

Candidato a la Presidencia de la República por el Partido Liberación Nacional

1985-1986

Una vez ganada la convención liberacionista, y desde la precampaña misma, Oscar Arias hizo una serie de declaraciones señalando las principales diferencias entre él y el candidato del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Rafael Ángel Calderón Fournier, así como sus propuestas sobre los principales asuntos a tratar en la campaña electoral. Entre esos asuntos estaba la necesidad de reducir el tamaño del aparato estatal, la privatización de la Corporación Costarricense de Desarrollo (CODESA), la urgencia de dedicar más recursos para viviendas de interés social, y la importancia de llegar a un acuerdo sobre la renegociación de más de $1.000 millones de la deuda externa.

Si bien se había proclamado la neutralidad perpetua, se denuncia, en plena campaña electoral, la existencia de focos antisandinistas en la zona norte del país y se hacen más tensas las relaciones entre Nicaragua y Costa Rica. Esto lleva a que algunas personas sugieran la necesidad de restablecer el ejército en Costa Rica. Arias manifiesta, en reiteradas ocasiones, que no respaldará ese proyecto y, por el contrario, insiste en que Costa Rica debe ser un agente activo para lograr la paz y el desarme. Por su parte, Rafael Ángel Calderón expresa que, en caso de ser electo presidente, y tropas nicaragüenses invadieran el territorio hondureño, él enviaría una compañía de guardias civiles costarricenses a combatir al lado de Honduras. Oscar Arias deja muy claras las intenciones belicistas de su contendor y sus intenciones peligrosas de involucrar a Costa Rica en la guerra.

Esta campaña electoral es la primera en el país en la que el valor de la paz adquiere la importancia que merece. Las consignas de la campaña de Arias fueron: paz para la vida y para la libertad, paz para poder caminar hacia un mayor desarrollo. Así, la paz se abordó como una necesidad, en tanto era crucial no involucrarse en los conflictos centroamericanos, para así poder trabajar en todos los demás ámbitos del desarrollo y en el afianzamiento de la estabilidad económica y preservación de las instituciones democráticas.

Una Centroamérica violenta y convulsa no era el mejor terreno para atraer el capital y la inversión necesarios para «convertir a Costa Rica en el primer país desarrollado de América Latina». Una meta que no se reducía únicamente al crecimiento económico, sino que implicaba un progreso más humano vinculado a la justicia social, en el que los beneficios obtenidos fueran canalizados esencialmente hacia los grupos más necesitados.

El 2 de febrero de 1986 se celebraron las elecciones presidenciales. Oscar Arias obtiene la victoria con el 52,3% de los votos emitidos. Al día siguiente de las elecciones, desde los peldaños de la Catedral Metropolitana de San José, en una de sus primeras manifestaciones como presidente electo reafirma los compromisos ofrecidos en la campaña política.

En el primer peldaño: todas las acciones de gobierno se regirán con base en los principios espirituales de la civilización cristiana.

En el segundo peldaño: el compromiso de luchar incansablemente por la incorporación plena de la mujer en la vida política.

En el tercer peldaño: el compromiso de incorporar a la «patria joven» en su gobierno.

En el cuarto peldaño: el compromiso de reorientar la economía, para que esté al servicio de las necesidades de la familia, en un camino auténticamente costarricense y apegado a los valores espirituales históricos. Promete construir 80,000 viviendas y generar 25,000 empleos por año. Promete facilitar la creación de parques para la sana recreación de hombres y mujeres, de jóvenes y ancianos.

En el quinto peldaño: el compromiso de distribuir el poder político.

En el sexto peldaño: el compromiso de luchar incansablemente por una mayor democracia económica, mediante la expansión de las cooperativas a todos los rincones del país.

En el séptimo peldaño: el compromiso de luchar incansablemente contra la corrupción.

En el último peldaño: el compromiso de defender y robustecer la paz de Costa Rica. Promete mantener al país fuera de los conflictos centroamericanos y luchar incansablemente porque en Centroamérica no sigan matándose hermanos, olvidándose de Dios.

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Discursos

06 de enero de 1985

Ni muletas ni padrinos

Precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Liberación Nacional, durante el «Festival de la Victoria», el 6 de enero de 1985, en el Gimnasio Nacional «Eddy Cortés» de San José.

Videos

Campaña 1985-1986, canción «Paz para mi gente»

Campaña 1985-1986, biografía de Oscar Arias»

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