«La política es maravillosa en su incerteza. El destino pertenece al ámbito de la religión, del misticismo o de la mitología. En la política, en cambio, no hay más que preguntas insaciables y respuestas tentativas. Por eso quizás nos atrae tanto la noción del pueblo en el desierto, porque ignoramos detrás de cuál montaña se esconde la tierra prometida y de cuál gota de rocío habrá de brotar el maná del cielo. El liderazgo político es una forma, siempre imperfecta, de superar esa ignorancia.»
— Oscar Arias Sánchez