“El farolero sigue viviendo en el corazón de cada uno de los costarricenses. Montados sobre los zancos de nuestras ilusiones, vamos encendiendo una a una las luces de nuestros sueños. Tenemos que tener calma. Tenemos que guardar respeto. La noche no es tan larga y pronto, muy pronto, vendrá de nuevo la mañana”.
— Oscar Arias Sánchez, Recibimiento de la Antorcha Cartago, Costa Rica 14 de septiembre de 2007