“No puedo evitar pensar que ésta es la ciudad de luz y pan y canto que nuestro poeta soñó, y que nos esperaba, no en un astro lejano, sino en el otro lado del mundo. Una ciudad donde la vida evoluciona a la vertiginosa velocidad de la luz, donde la gente siempre tiene pan sobre la mesa y canto en sus espíritus. Una ciudad que hoy abre sus puertas a nosotros, y nos revela algunos de sus más profundos misterios.”
— Oscar Arias Sánchez, A las autoridades del Gobierno. Singapur Diciembre de 2008.