“No se puede alzar la copa en Salamanca sin recordar que es ella, también, un cáliz; sin recordar que en medio de las tres colinas que la sostienen, se forma un cuenco en que se mezclan todas las esencias del universo. Salamanca es vino ancestral para la sed del hombre, vino compuesto por todas las ideas y los pensamientos. Es el delta de los ríos de la mente humana, que en este tramo de Castilla y León se derraman sobre el cáliz del intelecto.”
— Oscar Arias Sánchez, A José Jesús Gómez Asencio Rector de la Universidad de Salamanca Salamanca, España 2 de diciembre de 2009.