Precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Liberación Nacional, pronunciado el 30 de noviembre de 1984, por cadena de televisión.
El pueblo liberacionista acaba de adoptar una decisión política de la mayor importancia: la adhesión de don Alberto Fait y sus seguidores al movimiento que encabezo asegura que nuestro partido ya tiene candidato. Solo resta la convención del 27 de enero. Luego nos abrazaremos fraternalmente: los que hoy están conmigo y los que mañana estarán conmigo. La limpia bandera de honestidad y esperanza que el Presidente Monge elevó al triunfo, ha pasado a buenas manos. Marchamos con el estandarte verde y blanco por el camino del futuro hacia una nueva victoria del Partido Liberación Nacional.
La voluntad de las bases liberacionistas enterrará —esperemos que para siempre— a los emisarios del pasado. Los mismos que hirieron al Presidente Monge con mentiras y palabras ofensivas, cuando luchaba por su candidatura, me atacan ahora con pasión desbordada y voces insolentes. Violan la ética superior de nuestro partido quienes enturbian con su intemperancia un proceso democrático ejemplar. Yo creo en la política sincera y transparente de la escuela liberacionista, con todas las cartas sobre la mesa, y la practico. Se maltratan la dignidad y la ética de Liberación Nacional cuando se insinúa que hubo repartición de cargos a cambio del apoyo del ingeniero Fait. No conocen a Oscar Arias quienes así hablan. Los que hacen esos cargos reflejan el único tipo de política que pueden concebir. Rechazo enérgicamente esos rumores calumniosos. Ayer la víctima fue el Presidente Monge, y el pueblo liberacionista les negó el voto. Hoy repiten contra mí la misma política del pasado, y el pueblo liberacionista les negará el voto. La adhesión del ingeniero Fait se sustenta únicamente en principios y valores: el fortalecimiento de la democracia interna y la lucha contra la pobreza, expresada en el lema «Techo, tierra y trabajo».
¿Puede haber compra-venta cuando nos unimos para robustecer la democracia interna y asegurar que nuestro partido no tiene dueño? ¿Puede haber compra-venta cuando nos reunimos para proclamar que la vivienda es un derecho de toda familia costarricense, y no un privilegio de unos pocos? ¿Puede haber compra-venta cuando sumamos fuerzas para luchar por que no existan tierras incultas y campesinos sin tierra? ¿Puede haber compra-venta cuando nos apoyamos mutuamente para combatir la humillación del desempleo? Solo quien tiene un criterio estrecho, de interés y lucro, puede menospreciar la grandeza, la entrega y la dimensión de futuro de la verdadera política. Y, como no entienden la política liberacionista de altura, nos endilgan vicios típicos del calderonismo. Sabemos que, por segunda vez consecutiva, fracasarán en su intento de introducir esos vicios en el Partido Liberación Nacional.
De las palabras violentas ya pasaron a los hechos violentos. Ayer agredieron con arma blanca a muchachos nuestros que colocaban banderas y distribuían material de educación política. ¿Qué no harán mañana? Notifico al pueblo liberacionista que debemos prepararnos para rechazar las tácticas calderonistas con que quieren dividirnos: falsificación de encuestas, recurso a la mentira, insulto personal y agresión física. No les importa dañar al partido; tampoco al gobierno. Sabemos que son pocos, son siempre los mismos. No nos dejemos arrastrar por la provocación que niega la tradición liberacionista, tan costarricense, de responder a la violencia con la serenidad, al insulto con el perdón, a la mentira con la verdad. Esta mala conducta indigna a las bases de nuestro partido. En los últimos días se nos han acercado muchos castillistas, desilusionados por la utilización de prácticas extrañas. Reitero hoy a los castillistas que todos son bienvenidos bajo la bandera que une en torno a principios y valores comunes, la bandera verde y blanco. Vamos juntos a construir un mejor futuro. Vamos a luchar juntos por la igualdad de oportunidades.
¡Que no nos distraigan más estas provocaciones! Volvamos la mirada a los retos verdaderos de Costa Rica: el subdesarrollo y el calderonismo que amenaza con extenderlo. El pueblo costarricense es testigo incrédulo de un espectáculo nunca antes visto: Calderón Junior pretende capitalizar políticamente el dolor y la miseria que crearon la última vez que llegaron al gobierno. Sacándole partido a la pobreza que ellos generalizaron, el calderonismo obstaculiza la estabilización del país e impide la recuperación económica. En su vana pretensión de confundir al pueblo, cambian otra vez el nombre de su coalición antipatriótica, apodándola ahora socialcristiana, para encubrir las vergüenzas de su pasado.
El Partido Liberación Nacional asume la responsabilidad de construir un nuevo camino, orgulloso de su glorioso pasado. Estamos abriendo campo a nuevas ideas, nuevas soluciones y nuevos hombres para que el crecimiento económico con justicia social vuelva a ser el norte de esta democracia. Esta es una cruzada de la imaginación, la creatividad y el trabajo, en la que todo costarricense debe participar con fervor cívico. El camino del futuro es un llamado de la patria. Yo respondo con fe en el porvenir de Costa Rica.